Le apartó con el dedo índice, suavemente, un mechón de pelo que le caía en la cara, ella arrugó un poco la nariz, pero no se despertó, dormía profundamente. De medio lado, sobre el costado izquierdo con esa mano debajo de la cara y el brazo derecho abrazando la almohada, como siempre.
Él se había sentado a su lado, cerca de ella, muy cerca, sin hacer ruido, casi le llegaba su aliento.
No hacía nada, salvo ese pequeño gesto de apartarle el pelo que le tapaba parte de la cara, no hizo nada más, sólo observarla y así pasó mucho tiempo...
Yo, a la vez, les miraba desde un rincón, como hago casi siempre… Desde hace días suelen encontrarse, yo sólo soy testigo, a ella la conozco desde siempre, para mi tiene ya pocos misterios, tal vez algún pequeño sobresalto que a ella misma le sorprende de tanto en tanto. Ella es como es y según sus propias palabras a estas alturas no va a cambiar, la tomas o la dejas…
¿Y él? Aparenta ser todo lo contrario. Para mi, sigue siendo un misterio, un enigma, tal vez para ella también, aunque no lo exprese. Pero sé que se interesó por él desde el primer día y pese a mis consejos se empeñó en averiguar que había detrás de esa fachada tan fría que mostraba, siempre me dice que al final mereció la pena y que si hubiera hecho caso de mis palabras se hubiera perdido un tesoro… “Nunca juzgues nada por su aspecto exterior, eso sólo es una piel, nada más, un envoltorio...”
GRACIAS POR ESTAR AHÍ...
10 comentarios:
Gracias por dejar tu comentario, siempre me dibuja una sonrisa